Videntes que ‘hablan’ con mascotas atraen clientes en Hong Kong

Videntes que ‘hablan’ con mascotas atraen clientes en Hong Kong. Foto: Reproducción de YouTube
Videntes que ‘hablan’ con mascotas atraen clientes en Hong Kong. Foto: Reproducción de YouTube

No solo llegan noticias de protestas desde Hong Kong. Residente en el territorio autónomo, Li Hiu-kwan, de 33 años, afirma que puede comunicarse con casi cualquier tipo de animal. Autoproclamada médium, dice que puede saber lo que están sintiendo solo con mirar fotos de ellos.

Y así es como se gana la vida, atendiendo a dueños ansiosos por conocer mejor a sus mascotas.
“Es una especie de telepatía”, explicó Li al sitio web del periódico “South China Morning Post”. “Cuando miro las fotos, entro en el mundo de los animales, que está lleno de información sobre ellos. Igual que el internet en el mundo humano”.

Recuerda un episodio en el que pudo comunicarse con cucarachas. En un minibús, vio a varias de ellas dirigiéndose hacia ella. Les ordenó que se dieran la vuelta y se fueran. Según ella, los insectos obedecieron la orden.

¿Realmente funciona?

Con tres años de experiencia en el campo, el especialista en comunicación animal Yeshma Sawlani dice que la cosa incluso tiene un nombre: lectura psíquica a distancia. Afirma que los comunicadores pueden llegar a la frecuencia de los animales y que una foto acelera la comunicación.
Con el número de personas que tienen perros y gatos creciendo en Hong Kong, estos videntes de mascotas pueden ganar decenas de miles de dólares al año. Y, según Li y Sawlani, cada vez más personas se apuntan al servicio.

Li cobra $300 por una consulta de 15 minutos por teléfono o internet. Graduada en marketing, adoptó la nueva profesión y creó una página de Facebook para promocionar su trabajo. Ya tiene más de 3.000 seguidores y atiende a dos o cinco clientes al día.

Sawlani, que se considera novato en el campo, cobra algo más de $190 para “hablar” durante una hora con animales. Dice que atiende a un promedio de cinco clientes por mes.

Falta de respaldo científico

La psicóloga clínica Eliza Cheung Yee-lai, que preside la Asociación de Psicólogos Clínicos de Hong Kong, tiene dudas sobre si los humanos pueden o no hablar con animales sin contacto directo.
Citando un experimento de la psicóloga animal estadounidense Irene Pepperberg, Cheung dice que no hay pruebas científicas de que los humanos puedan hablar con animales sin conocerlos, pero varios estudios en el campo han mostrado una comunicación limitada, basada en juegos verbales y pistas visuales, como señales de mano y dibujos.

Pepperberg interactuó con un loro macho llamado Alex entre 1976 y 2007. Sus interacciones mostraron que Alex era tan inteligente como un niño de cinco años.

Con 12 años de experiencia en veterinaria, David Hopkins dice que los dueños de mascotas necesitan ser cautelosos con lo que creen que es verdad o no.

Afirma que los videntes suelen recibir pistas de los dueños de mascotas durante las conversaciones. Por lo tanto, están buscando las experiencias anteriores de los dueños, en lugar de basar sus análisis solo en las fotos.

Para Hopkins, es un poco como la astrología. Dice que, desde el punto de vista científico, la actividad no se sostiene.

Pero Li responde que la gente no debería ver todo a través del prisma de la ciencia, mientras que Sawlani prefiere no comentar.

Lo que dicen los dueños

Janice Kau Wun-na, de 27 años, se encuentra entre los muchos de la ciudad que no se intimidan y gastan cientos de dólares en estas consultas.
Kau, una trabajadora independiente que se dedica a los medios de comunicación, paga $300 por una consulta telefónica de 40 minutos. En ese tiempo, obtiene en promedio diez respuestas sobre el comportamiento y los sentimientos de su gato de ocho meses.

Antes de buscar un comunicador, la joven lastimó accidentalmente a su gato mientras le cortaba las uñas. Días después, según ella, le preguntó al vidente si el gato estaba bien, y el vidente informó sobre el accidente.

El asistente legislativo Ng Tung-tat, también de 27 años, afirma ser un usuario frecuente del servicio. “Creo que hay cosas que la ciencia no puede explicar”, dice.

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