¿Alguna vez te has preguntado cuán inteligentes son los gatos? Cuando se trata de inteligencia animal, probablemente hayas escuchado hablar de perros, cerdos y delfines, pero rara vez se considera a los gatos en este aspecto.
Aunque no se han estudiado tanto como otras especies en términos de inteligencia, si estás interesado en saber qué sucede detrás de los ojos de tu amigo felino, sigue leyendo:
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Una de las cosas más sorprendentes sobre la inteligencia felina es cuán íntimamente está relacionada con la de los humanos.
Esto no quiere decir que los gatos y los humanos tengan el mismo nivel de inteligencia o que la usen de la misma manera. En cambio, las similitudes entran en juego cuando se considera la estructura y los procesos reales del cerebro en relación con la cognición.
La corteza cerebral, también conocida como materia gris, es la capa más externa del cerebro. Esta es la parte del cerebro responsable de la toma de decisiones, la planificación y la percepción.
En los humanos, la corteza cerebral contiene hasta 26 mil millones de neuronas. En los gatos, la corteza cerebral tiene alrededor de 300 millones de neuronas.
Aunque esto pueda parecer una gran diferencia, la mayoría de los científicos realmente cree que la inteligencia de los gatos está cerca de la de un niño humano, específicamente un niño de dos años.
Lo que más se asemeja a los humanos e impresiona de la inteligencia felina es el uso de los recuerdos. Los estudios han demostrado que los gatos tienen la capacidad no solo de recordar recuerdos, sino también de usar esa información en su vida cotidiana.
Son conocidos por retener sus recuerdos durante hasta una década y pueden incluso aprender solo por observación. Esto significa que, si tu gato ve que enciendes el interruptor de la luz y tiene acceso a él, puede comenzar a copiar ese comportamiento.
Proeza en la resolución de problemas
Los expertos comparan la inteligencia de los gatos con la de un niño humano, y esto es más evidente en sus habilidades para resolver problemas. Al igual que los niños humanos, los gatos aprenden por ensayo y error. Intentarán una nueva tarea varias veces para obtener los resultados que desean.
Cuando se trata de comportamientos humanos, como encender o apagar una luz, generalmente observan primero cómo nos comportamos. Luego imitarán nuestros comportamientos, ajustando cada intento hasta que tengan éxito.
Para los gatos, la resolución de problemas y los rompecabezas son una tarea práctica. La observación y la imitación son solo un paso en su proceso. Con esto en mente, sus tendencias de ensayo y error les permiten ser los grandes solucionadores de problemas que son.
¿Quieres probar la inteligencia de tu felino?
Supongamos que le das a tu gato un rompecabezas relativamente simple, como un contenedor que necesita abrir para obtener un premio. Para ayudar, primero les demuestras cómo abrir el juguete y les muestras que el premio está dentro.
Tu gato usará la información que observó de ti e imitará cómo abriste el contenedor. Si no tienen éxito al principio, sin embargo, seguirán trabajando de manera independiente hasta que abran el juguete y obtengan su recompensa.
Capacidad de los gatos para adquirir y retener información
La memoria de un gato puede ser interesante. Esto se debe a que, aunque tienen recuerdos a largo plazo e incluso recuerdos de por vida, su memoria a corto plazo puede ser un poco irregular.
Por ejemplo, si le muestras un juguete a un gato y luego lo escondes, él puede recordar solo durante unos minutos que el juguete está escondido en ese lugar.
Sin embargo, los gatos también pueden formar relaciones duraderas (tanto positivas como negativas) y han demostrado reaccionar a estímulos como sonidos cuando son adultos de manera similar a cuando eran gatitos.
La mayoría de los investigadores enfatizan la naturaleza y la importancia de las emociones. Los gatos pueden procesar y retener recuerdos traumáticos de por vida, y pueden recordar momentos excepcionalmente positivos.
En general, lo que un gato recuerda depende mucho del gato mismo. Pero lo que pueden recordar, lo usan activamente en su vida.
Por ejemplo, ¿recuerdas el ejemplo del rompecabezas que mencioné antes? Si escondes ese juguete y lo reintroduces después de un tiempo, hay una buena posibilidad de que tu gato recuerde los pasos para abrirlo.