Una mujer de 63 años tuvo que amputarse una pierna después de ser atacada por los perros de su hijo en su propio patio en las afueras de Salt Lake City, Utah, en los Estados Unidos.
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Cuando la policía llegó a la casa, tuvo que disparar y matar a uno de los siete perros, ya que representaba una amenaza. Según el comunicado de la policía, la mujer herida llamó a emergencias mientras aún estaba en su patio con los perros adultos machos y hembras, así como con sus cinco cachorros de raza pit bull.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron a la mujer aún rodeada de los perros. Utilizaron spray de pimienta para ahuyentar a los animales y lograron controlar a los perros. Sin embargo, la perra adulta logró escapar, y la policía se vio obligada a sacrificarla.
El destino de los otros seis perros quedó en el aire, ya que el propietario los entregó a la policía después del ataque.