Una investigación realizada por el sitio WIRED ha revelado dudas sobre la verdadera edad de Bobi, un Rafeiro do Alentejo de Portugal que fue nombrado el perro más viejo del mundo por Guinness World Records en febrero del año pasado.
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Después de la muerte del perrito en octubre de 2023, los expertos plantearon dudas sobre si el perro portugués realmente alcanzó los 31 años y 163 días. La investigación de WIRED reveló que un organismo gubernamental encargado de verificar la edad de Bobi no tenía pruebas de que hubiera nacido en 1992.
Mientras surgían preguntas sobre la longevidad de Bobi, otros problemas relacionados con los Guinness World Records contribuyeron a crear un escándalo aún mayor que está sacudiendo el mundo de los perros que rompen récords.
En medio de la controversia, el Guinness World Records afirma que ha pausado temporalmente los récords del perro vivo más viejo del mundo y del perro más viejo de todos los tiempos, mientras analiza las pruebas detrás del récord de Bobi. Por ahora, el trono del perro más viejo del mundo permanece vacante.
Toma del trono
Cuando el perro más viejo del mundo muere, el récord regresa al titular anterior del título, siempre que aún esté vivo. Este fue el caso en octubre de 2022, cuando Pebbles, el toy fox terrier, falleció y el ex poseedor del récord, TobyKeith, el Chihuahua, se convirtió en el perro vivo más viejo del mundo.
Sin embargo, el segundo reinado de TobyKeith fue breve, ya que apareció un mestizo de Chihuahua aún más viejo llamado Gino Wolf, y el título pasó a él. Después de Gino, pero antes de Bobi, el poseedor del récord era Spike, otro chihuahua, que tenía 23 años y 7 días cuando estableció el récord por primera vez en enero de 2023.
Entonces, el 23 de octubre, el mismo día en que Guinness anunció la muerte de Bobi, la dueña de Spike, Rita Kimball, escribió a la empresa para preguntar qué debía hacer para averiguar si Spike había recuperado el título del perro más viejo del mundo.
Guinness confirmó que el récord volvería a Spike y le pidió a Rita que enviara una foto del perro junto a un periódico de ese día para verificar si aún estaba vivo. Pero después de que Rita respondió con una foto de Spike, Guinness le dijo que ahora necesitaban más pruebas.
Kimball explicó que, para la verificación inicial de Spike, proporcionó a Guinness registros veterinarios que indicaban su fecha de nacimiento en 1999 y fotos que mostraban a Spike a lo largo de los años. Pero cuando Kimball preguntó a Guinness sobre la nueva verificación de Spike, esas estimaciones ya no eran suficientes como evidencia.
Kimball encontró a Spike en un estacionamiento en 2009, y cuando llevó al perro al veterinario por primera vez, dijeron que tenía 10 años, una edad que figuraba en sus registros médicos y cuentas del veterinario. Seis años después, Spike visitó a otro veterinario después de un encuentro con un pit bull, y acordaron 1999 como año de nacimiento, según Kimball.
Estimaciones dudosas
En una conversación con WIRED, Louise Allum, cirujana veterinaria jefe del programa de medicina de refugio en el Royal Veterinary Colleges en el Reino Unido, destacó que es extremadamente difícil estimar con precisión la edad de un perro adulto. Determinar la edad de un cachorro es más sencillo porque pierden los dientes en un orden predecible. “Después de eso, se vuelve cada vez más complicado”, dijo.
Los perros mayores pueden tener más acumulación de sarro, pero esto varía mucho con la dieta y el cuidado dental. Algunos perros mayores desarrollan cataratas, pero esto puede ocurrir a partir de los 5 años. Algunos perros se ponen grises, otros no. Algunos comienzan a perder peso, mientras que otros mantienen las mejillas regordetas hasta la vejez.
Todo esto significa que es casi imposible evaluar con precisión la edad de un perro después de que ha superado cierta edad. La única manera de estar seguro de la edad de un perro es tener un registro desde su nacimiento, o al menos desde que era un cachorro.
“Guinness está en una situación muy complicada con esto”, dijo Allum, quien admitió estar “profundamente desconfiada” de los supuestos 31 años y 163 días de Bobi.
“Crecí leyendo este libro, y es un poco doloroso si los récords de Guinness no son confiables”, dijo Alex Wolf a WIRED, cuyo perro Gino fue coronado como el más viejo del mundo en diciembre de 2022, antes de ser rápidamente superado por Spike. Gino murió en septiembre de 2023, cinco días después de cumplir 23 años.
Ahora que la larga fila de perros récord se ha roto, Spike, el aparente heredero del trono, sigue prosperando, según Kimball. Sin embargo, ella no puede quitarse la sensación de que su pequeño perro gris no está recibiendo el reconocimiento que merece. “No parece justo que retrocedan en sus ganadores anteriores y establezcan nuevas reglas”.