En los últimos años, se ha reconocido cada vez más el impacto beneficioso que las mascotas pueden tener en la salud mental de sus dueños, especialmente en el tratamiento de la depresión. Los beneficios psicológicos son numerosos y van mucho más allá de la simple compañía.
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La dra. Rafaela Reis, profesora del programa de Medicina Veterinaria del Anhanguera College, explica que las mascotas pueden tener un impacto positivo en la salud mental, ya que ofrecen compañía, reducen el estrés, fomentan la actividad física, establecen una rutina, brindan un sentido de propósito, promueven la socialización, ofrecen comunicación no verbal y sirven como una distracción positiva. “Aunque no sustituyen el tratamiento profesional, las mascotas pueden ser un valioso apoyo emocional en el proceso de recuperación de la depresión”.
La veterinaria señala que entre los beneficios comprobados de los animales en la lucha contra la depresión se encuentran: mejora del estado de ánimo, alivio del estrés emocional, reducción del estrés y la ansiedad mediante la liberación de oxitocina, proporcionan una sensación de seguridad, estimulan un sentido de responsabilidad y ayudan a sus dueños a no sentirse solos. “No obstante, es importante recordar que los resultados pueden variar y tener una mascota debe ser considerado con responsabilidad. Las mascotas pueden ser un valioso apoyo, pero no deben reemplazar el tratamiento profesional cuando sea necesario”.
Diferentes tipos de mascotas, como perros, gatos, aves y peces, ofrecen apoyo emocional de distintas maneras. “Los perros brindan compañía activa y socialización, mientras que los gatos ofrecen una presencia tranquila y consuelo emocional. Las aves deleitan con sus canciones melodiosas y observación pacífica, y los peces relajan con sus suaves movimientos y observación tranquila. La elección de la mascota debe tener en cuenta la personalidad y las necesidades del dueño, ya que el vínculo emocional único entre el dueño y la mascota es esencial para el apoyo emocional brindado. Independientemente del tipo elegido, el apoyo emocional ofrecido puede ser incalculable,” explica la profesora.
Rafaela también destaca que cuidar de una mascota, alimentarla, prestarle atención y atender sus necesidades puede proporcionar a las personas con depresión un sentido de propósito, establecer una rutina, ofrecer una distracción positiva, fomentar la actividad física y crear una conexión emocional. “Estos factores contribuyen positivamente a la salud mental, ayudando a mejorar el estado de ánimo y brindando una sensación de realización. No obstante, adoptar una mascota también requiere compromiso y responsabilidad, que deben ser considerados cuidadosamente,” concluye la profesora del programa de Medicina Veterinaria del Anhanguera College.