Aunque la relación entre la tenencia de perros y el bienestar no es nueva, las evidencias recientes revelan las diferentes maneras en que nuestros amigos peludos pueden ser aliados para ayudarnos a mantenernos saludables a medida que envejecemos.
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Sigue leyendo para descubrir seis de sus beneficios de longevidad más poderosos:
1. Los Dueños de Perros son Más Activos
La conexión entre cuidar de un perro y ser más activo físicamente no sorprende a Glenn Levine, cardiólogo y autor principal de una declaración científica de la Asociación Americana del Corazón (AHA) que relacionó la tenencia de perros con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Esto se debe a que la mayoría de las personas que tienen un perro lo sacan a pasear regularmente. “Y el aumento de la actividad física es claramente beneficioso para el riesgo cardiovascular y la salud cardiovascular”, dijo en una entrevista con el sitio Well And Good.
Este aumento de actividad ayuda a las personas a alcanzar la meta de 150 minutos de actividad física moderada por semana recomendada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Sin embargo, esta ventaja de tener un perro no se extiende a aquellos que optan por el plan de ejercicio de “pasear por el patio” para sus cachorros.
Aun así, incluso la necesidad regular de agacharse para recoger juguetes ayuda a aumentar la movilidad y la fuerza del agachamiento, lo que puede crear estabilidad funcional en la parte inferior del cuerpo y en el núcleo.
2. Tener un Perro Puede Conducir a un Corazón más Saludable
Muchos estudios han explorado el impacto de la tenencia de perros en la salud cardiovascular. Más recientemente, un metaanálisis publicado en la revista científica Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes descubrió que tener un perro se asocia con un 17% menos de riesgo de muerte, especialmente de muertes por enfermedades cardiovasculares, que se consideraron un 20% menos probables.
3. Los Dueños de Perros Tienen una Mejor Salud Cognitiva
Un estudio reciente que siguió el bienestar de un grupo de dueños de mascotas durante varios años encontró una conexión entre tener perros y una mejor cognición.
Aunque para la mayoría de las personas la función cognitiva disminuye con la edad, los dueños de perros aumentaron sus habilidades cognitivas, según se midió en dos pruebas: el Test de Denominación de Boston, que evalúa el lenguaje, y el Test de Sustitución de Símbolos de Dígitos, que se correlaciona con la capacidad de una persona para realizar tareas cotidianas.
Lo que sorprendió especialmente a Erika Friedmann, autora principal del estudio, fue que no hubo diferencias significativas en los cambios cognitivos entre las personas que paseaban a sus perros y las que no lo hacían. Aunque esto sugiere una vez más que los beneficios de tener un perro van más allá del ejercicio adicional, se necesitan más estudios para confirmarlo.
4. Interactuar con un Perro Reduce el Estrés
¿Alguna vez te has preguntado por qué te sientes más tranquilo después de acariciar a un perro? Esto se debe a que la simple interacción con un perro activa el sistema nervioso parasimpático, reduciendo el estrés y aumentando la sensación de relajación.
“No es descabellado especular que las personas que tienen un perro tienen más compañía, se sienten menos solitarias si viven solas y probablemente tienen menos ansiedad. Sabemos que los perros son un buen ‘tratamiento’ para el estrés agudo”, explicó Dr. Levine.
Esto también respalda los beneficios para la salud del corazón que los perros pueden ofrecer, aunque “la salud psicológica negativa se asocia con un mayor riesgo cardiovascular. Por otro lado, la salud psicológica positiva se asocia con un mejor riesgo cardiovascular”, añadió.
5. Los Perros Motivan el Autocuidado y Rutinas Saludables
Las rutinas diarias de cuidado de los perros, que incluyen la alimentación, los paseos y los cuidados, proporcionan estructura y un sentido de propósito, lo cual es importante para la salud mental, especialmente a medida que envejecemos.
Sin embargo, los perros son más que simples compañeros. Para Levine, el sentido de responsabilidad que sentimos hacia nuestras mascotas puede inspirarnos a cuidar mejor de nosotros mismos, animándonos a adoptar hábitos más saludables, como fumar menos, abordar problemas de salud, asistir a citas médicas regulares y realizarnos exámenes de salud de rutina.
6. Tener un Perro Puede Fomentar una Vida Social más Fuerte
Según los expertos, pasear a los perros abre puertas a una vida social mejor, mejorando las conexiones con otras personas y reduciendo el aislamiento.
En una experiencia de 10 días realizada en el Reino Unido, una participante en el estudio tuvo tres veces más interacciones en los días en que estuvo acompañada por un perro (que no buscaba atención) en comparación con los días en que realizaba sus actividades sola.
Cuando se trataba de entablar conversaciones con desconocidos, la presencia del perro cambió el juego, llevando a 65 interacciones en cinco días, en comparación con solo tres sin el perro.
Aunque los expertos desaconsejan adoptar perros solo por razones de salud, la Dra. Friedmann destacó la importancia de permitir que las personas mayores puedan mantener a sus perros el mayor tiempo posible, por ejemplo, diseñando comunidades para personas mayores que puedan alojar perros, proporcionando apoyo como paseadores de perros y asegurando el bienestar de los perros cuando sus dueños estén hospitalizados.
Según ella, tal enfoque podría contribuir en gran medida a que los dueños de perros se mantengan más saludables y felices durante más tiempo.